lunes, 9 de junio de 2008

NEOLIBERALES NECESITAN TANTO A LOS RELIGIOSOS COMO ÉSTOS A LOS NEOLIBERALES


Según el dogma neoliberal "al perseguir sus propios intereses, el individuo promueve a menudo los de la sociedad de un modo más efectivo que cuando intenta directamente promoverlos. No se ha visto nunca que quienes dicen comerciar para el bien común hayan hecho mucho bien".


Me resulta sorprendente esta cita por un par de razones.


Una de ellas, afirma que el egoismo es el motor del bien común y no el desprendimiento solidario y todas esas afirmaciones que constituye el núcleo de la reacción anti neoliberal.


La otra, que desconfíen del "comercio para el bien común", ya que nos llevaría en sentido contrario. Es decir, ese "comercio solidario", esos "eventos para el bien de la sociedad" donde hay que pagar ticket y comprar productos adheridos a la causa, sólo llevan a la estafa, el despilfarro y la frustración de quienes cándidamente se suman a dichas cruzadas.


En ambas afirmaciones se esconde una curiosa operación moral: mal por bien y bien por mal. Esta operación resulta sorprendente para una ideología que en términos pragmático se ha aliado a las religiones monoteístas, especialmente judíos y cristianos, en su versión más tradicionalista y autoritario (en materia moral). Claro, uno podría decir que se trata precisamente de una oportunista (en este caso malvada) operación política para asegurar la preeminencia ideológica del neoliberalismo sobre cualquier cuestionamiento ideológico de los sectores sociales y políticos resistentes. Esta mezcla de egoismo y moralismo, permite ampliar la red del "pescador de almas incautas" y aumentar la legitimidad de estas ideas. El neoliberalismo por sí mismo no es seductor para las masas, pero revestido de un maquillaje moral religioso sí lo es.


¿Cómo se entiende, en consecuencia, la idea expuesta al principio de este pajero escrito? Revisemos. El egoismo es el motor del desarrollo social, debe entenderse como el desarrollo individual del talento que Dios nos dio; Quienes comercian por el bien común nunca logran el bien, debe entenderse como el comercio que no favorece el desarrollo del talento individual está condenado al fracaso.


Ciertamente me queda claro lo mucho que necesitan los neoliberales confesos a los religiosos conservadores. Ellos están concientes que su filosofía sólo llega a una elite y que para imponerse políticamente necesitan de las religiones. Ya que en esa alianza se produce la premisa básica en clave política del neoliberalismo: el emprendimiento indiviudal, sin intervención del Estado, favorece el bien común. Y para los religiosos, los neoliberales son los aliados perfectos en la disputa política e ideológica contra aquellas ideologías ateas que buscan el bien del pueblo.