martes, 15 de julio de 2008

HISTERICAS Y FALOCÉNTRICOS: APUNTES DE CAMPO




Pongámoslo en los siguientes términos: sales de noche (bar, disco, salsoteca, antro indefinido, casa o depto donde has sido invitado a una reunión o fiesta) y conoces a una chica muy sensual, con un look muy audaz, que coquetea con varios a la vez todo el rato y si logras aproximarte con ella, te parecerá encantadora, como si te envolvieran en una alusinación erótica, sin embargo no siempre ese juego terminará en sexo y si termina en sexo al otro día será otra y probablemente te evite, o al menos te tratará con frialdad, lo más seguro es que estés ante una chica histérica.


Por otra parte, si eres mujer y sales de noche y conoces a un tipo bien vestido, de gestualidad sensual, que mira como si te estuviera penetrando ahí mismo, pero que lo hace con todas, que tras tener sexo pueda que no vuelva a ser esa serpiente seductora y te trate con frialdad, probablemente estés con un falo céntrico (el apelativo describe a hombres que sienten que en lugar de un pene tienen un taladro para perforar cuanta vagina se le cruce por el camino)

Ambos tienen una compulsión por seducir, por andar producidos, por pasar de uno en otro, por tener relaciones de pareja donde suelen depender de personalidades más fuertes y dominantes: en el caso de la histérica un sucedanio del padre y en el caso del falocéntrico de la madre..

¿Lo malo? Enarmorarse de una histérica o de un falocéntrico puede convertirse en una verdadera pesadilla. Si no encajas en el modelo madre o padre de ella o él, especialmente del tipo controlador y manipulador, te arrastrarán por el piso y jamás entenderás porque fuiste a fijarte en alguien asi.

¿Lo realmente malo? Este texto, ese afán de caer en las típicas clasificaciones cuyo objetivo no es otro que ordenarnos una realidad que no entendemos, que no manejamos y frente a lo cual nos sentimos inertes. Lo importante es tomar conciencia que las relaciones humanas son una de las apuestas más inciertas que hay, que nada se da por hecho y que no vale receta alguna.